domingo, 8 de mayo de 2011



Se trataba de dejar de pensar un poco y hundirme en las luces, entrecerrarme entera y bailar. Ubicar donde mi cuerpo se deslizaba y en aquel salto esa lágrima que pensaba salir hundiendo aún más mi alma, muerta se encontró. Y yo salí llena de vida.
 Vacía, llena de vida.
Puedo por milésima vez desear lo mismo.
Y agonizamos la alegría de una canción, de una misma melodía,de tan solo el escuchar la desaforada voz que irradiaba esa locura.

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