Ella cantaba para sí sentada del lado de una de las tantas ventanas, ansiosa. Bajó de un salto y cayó en la cuenta de que sí, estaba llegando tarde. Sonrío. Se apresuró a cruzar la avenida y lo vio entre el gentío. Su atuendo oscuro, su distracción en cada uno de sus gestos, y esa desesperación latente en ambos, característica de una pasión nueva y joven. A su encuentro sus bocas se pegaron como nunca y como siempre. Se alejaron unos centímetros sin soltar su abrazo eterno y pudieron verse con claridad. Sus ojos oscuros, soñadores y hasta a veces tristes la hicieron sonreír otra vez y con alegría desconocida lo tomo por la mano, lo besó brevemente y salieron, enamorados compartiendo el paso.
Las calles solitarias y claras. El asfalto de siempre, los mismos vidrios por donde reflejados pasaban, aprovechando como excusa alguna broma tonta o alguna sonrisa perdida para más y más besos. Pasaron de largo "su" plaza secreta donde desataban su amor descontrolado en incansables "te amo". Siguieron una vez más y se encontraron recostados sobre el pasto verde y algún que otro árbol decorando el cielo.
Se miraron y se abrazaron como si estuviera prohibido, mientras más se pertenecían, mayor era el deseo. Entre palabras, risas, besos, latidos, caricias, susurros; como un cuento.
Ay nena, no puedo crer que seamos tan contrarias en esto, vos estás "como un cuento" y yo "basta de cuentos". Me encantóoooo, te amo, sabe. Miss u. Be happy, more and more, y SUERTEEEEEEE! :D
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