Corrían tomados de las manos, él tan solo la escuchaba. Y ella con su hermoso vestido deletraba cada paso, y él la seguía casi sin verla...sombra de un amor que nunca sintió: La soledad.
Escribían un camino, distorcionando cada pétalo real, cada sonrisa en el rostro ausente...
Y por las noches llorabas,
en cada sollozo soñabas sus ojos... y en tu antiguo piano la tocabas, ilusión.
Era un vínculo perdido, un rastro invisible...señales en tu mente podrida.
Veías cada amanecer como el primer movimiento, imaginabas el tenerla ahí en tu pecho frío y descolorido.
La lluvia en tu ventana eran sus lágrimas al no tenerte. Rasgaban los vidrios sus dedos y sentían esa distancia inconclusa en tus venas.
Ahogado de sentimientos, tu corazón latía aún la memoria de lo que no existió.
Melancolía.
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