
Y aquel rayito de luz que en mi ojo molesta, en mi alma alumbra y florece.
Por más que me encuentre a oscuras el espejo que tengo delante, puedo ver donde mis ojos conmovidos pertenecen, orgullosos a esas lágrimas color verde -esperanzadas-.
Si el veneno jamás ingresara por nuestras venas alguna vez, quiza, podríamos ser libres.
Y no habrían caminos grises, ni edificios caídos. Y almas vivas. Y podrías amarme por siempre, mi amor.
Y no volver a aquel gusto ágrio, agrietado corazón que veo todos los días caminando por esa calle que se perdió en un sueño.
Soñaré sin sentido esta noche. Soñaré con una causa sin consecuencia. Soñaré por algo que no existe.
No hay comentarios:
Publicar un comentario