Me despierto y nada ha pasado en realidad, si embargo la angustia me empuja contra mi cama, sin dejarme escapar. Sé que la vida quiza sonríe, pero yo no puedo levantarme de aquel estado. Estoy atascada. "La vida es una carcel con las puertas abiertas". Hoy yo misma cerré la puerta a todo. Nada me alegra, quiza tampoco busco eso. Leo palabras sueltas y luego trato de encontrar un sentido, distraer mi alma, jugar con mis sentimientos, engañarme. Me ganan. ¿Cómo puedo ganarme a mí misma?. En fin, hoy todo se trata de mí...esque no dejé que pasara nada más. Creí que nada más podría hacer peor las cosas...y lo peor estaba en mí.
Dejé mis lágrimas libres. Traicioneras. Dejé pasar la pena y me dormí. No soñé, pero tampoco creo que allí mi día fuera más alegre.

"Todos tenemos malos días".